jueves, 25 de febrero de 2010

¡Tener que decir esto a estas alturas...!

¡Qué aburrimiento oye...!

130 años después de que Nietzsche rubricara la muerte de Dios y que sentenciara que no hay hechos y sí interpretaciones...; 110 años después de que algunos pintores como Cézanne, Gauguin, van Gogh y otros que el mercado del arte llama post-impresionistas empezaran a interpretar la "realidad objetiva" a través de las impresiones recibidas en sus "miradas subjetivas"...; y 83 años después de que Heisenberg formulara su principio de incertidumbre y dejara escrita su reflexión "la realidad objetiva acaba de evaporarse"... todavía siguen abiertos los viejos debates sobre la realidad y su representación, o sobre la objetividad y la subjetividad. En fin...

 
Magritte en 1930: "Esto no es una pipa"

¿Pero es que todavía hay gente que cree en la objetividad y en la realidad? ¿Todavía hay sujetos que se auto-degradan hasta el punto de negar la grandeza de su subjetividad? En fin... ¡qué aburrrimiento oye! Y la cosa es que no deben ser pocos...

A ver... Propongo un juego que sirva para ablandar las duras cabezas de los que todavía sostienen que la verdad existe, y que lo absoluto bla bla bla y que los relativistas somos peligrosos pim pam pum. El propósito es de imposible ejecución pero en fin... vamos allá... Se precisa una labor de pedagogía intensa, en un ejercicio de tortura bienhechora sistema gota a gota en la cabeza que termine en una trepanación natural del cráneo para que la subjetivo-sustancia entrara en contacto con la masa cerebral. He avisado: el propósito es de imposible ejecución, pero en fin..., ¡qué hostias...! Fantaseemos, juguemos, inventemos...

Para dar los primeros pasitos en la auto-afirmación de lo subjetivo, para transitar desde las cuatro patas a la posición erguida, o para enterrar por siempre jamás el muerto maloliente de lo objetivo y de lo real ..., es necesario que los objetivo-pedregoso-cráneos lean esta información que se ha publicado estos días en la sección de Tecnología de 20 minutos: ¿El mundo no es como en los mapas?. Esta es la primera lección. Allí podrán informarse de que existen hasta 400 proyecciones cartográficas (llámense interpretaciones) diferentes para hacer caber un objeto que tiene tres dimensiones (la Tierra) en un objeto que tiene dos (un mapa). 

Proyección de Winkel-Triple y proyección de Peters. 
Ideología eurocentrista e ideología anti-colonialista.

Pero lo crucial en este caso para los duros de mollera no son las deformaciones territoriales que acaban justificándose por la dificultad de meter tres dimensiones en dos sino la necesidad humana de inyectar ficción en eso que llamamos realidad. Es decir, que para poder aprehender eso que llamamos realidad, para hacerla tangible y contingente a nuestra experiencia sensorial del mundo, es preciso ficcionalizarla, inventarla, falsearla. Porque de otra forma no puede tener lugar.

El ejemplo de los mapas es un buen ejemplo y no está de más decir que la representación del planeta Tierra dentro de algunos siglos no tendrá nada que ver con las que ahora aceptamos como buenas por convención contemporánea. Porque eso que llamamos realidad va sufriendo los designios técnicos e ideológicos ficcionalizadores que van cambiando con el paso de los años. ¡Tener que decir esto a estas alturas...!

Lo cual nos lleva a una sencilla conclusión: eso que llamamos realidad o mundo real no existe o, para que no suene tan tajante y solipsista, si existe es inalcanzable, por mucha ficción que se ponga en ella.

 
Dubuffet: "Los colores no existen. Existen las superficies coloreadas"

Fin de la primera lección. Quien tenga dudas que levante la mano. Para la siguiente clase traigan todos leída la entrada de Argenpress "Periodismo y verdad: la objetividad en discusión".

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